Social Open Learning – ¿Pueden las redes de aprendizaje en línea transformar la educación?

Síntesis de ideas

«La mejor manera de predecir el futuro es inventarlo»

Una mirada al pasado y al presente de la educación

La imagen del profesor ante un auditorio explicando una clase magistral se ha repetido a lo largo de la historia de la universidad y todavía hoy en día continúa siendo la base de la enseñanza universitaria.

Para Philipp Schmidt, estas clases magistrales no son las experiencias educativas que impactan más en los alumnos y que motivan el aprendizaje.

Algunos ejemplos:

• Un análisis con sensores de impulsos eléctricos en alumnos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) demostró que durante las clases magistrales el compromiso mental de los alumnos era similar al de los momentos de relax.
• Schmidt hizo una encuesta a alumnos del MIT sobre qué experiencia había sido más relevante en su aprendizaje. El ponente destaca la respuesta de una alumna que explicó que la experiencia que marcó más su aprendizaje fue un proyecto en el que durante seis meses se estudió como se podía subir un camión de bomberos a la cúpula del edificio central del MIT. La acción se llevó a cabo durante una noche y se dejaron las instrucciones de cómo se tenía que desmontar.
  
  

¿Cómo debe ser, pues, el aprendizaje para que sea efectivo y creativo?

Debe tener las cuatro «P»:

• Proyectos. Se debe basar en el desarrollo de proyectos. Cuando construimos algo, ponemos en práctica los conocimientos teóricos, descubrimos si son ciertos o no, nos encontramos con los problemas reales y producimos algo que después podemos mostrar al resto de la gente. No es lo mismo estudiar poesía que escribir poesía.
• Peers. Aprendizaje colaborativo. Un estudio demuestra que la capacidad de crear grupos colaborativos de trabajo que funcionen es el factor más importante para tener éxito. En el grupo, las dudas se ponen en común. Cada cual aporta sus conocimientos. Cuando explicamos a terceros nuestros conocimientos, nos enfrentamos al hecho de si sabemos o no determinadas cuestiones y esto nos hace aprender.
• Pasión. Si estamos interesados en un tema, aprenderemos más que si no nos atrae. «Intentamos ayudar a nuestros estudiantes a buscar proyectos que los apasionen y que piensen que pueden cambiar el mundo.»
• Play. Jugar, o sea, arriesgarse, probar, no tener miedo del fracaso. El aprendizaje debería ser un proceso en el que nos arriesgáramos.
  
  

Tres principios que propone el Media Lab del MIT con respecto a cómo tienen que ser los proyectos para que tengan el máximo impacto:

• Únicos. Si estamos haciendo algo que alguien ya ha hecho, cambiemos.
• Impacto. No basta con tener una idea. Tiene que ser algo que cambie la vida de las personas. Debe tener un significado.
• Mágico. No se puede definir, pero, cuando lo experimentas, sabes que lo es. Es una sensación, un sentimiento.
  
  

La tecnología como motor de cambio del paradigma educativo

La tecnología se puede usar para perpetuar el modelo clásico de enseñanza. Por ejemplo, ver un vídeo es una tarea unidireccional: el estudiante escucha y no hay interacción. Es el mismo modelo de la clase magistral.

Sin embargo, para Schmidt la tecnología puede cambiar el paradigma educativo como lo hizo el libro en su momento, porque gracias a internet contamos con una red abierta, a la que todo el mundo puede conectarse y hacer contribuciones. No es como la radio o la televisión, que son unidireccionales. Es interactiva. Podemos hablar y escuchar. Es la base de la enseñanza de igual a igual (peer-to-peer, P2P).

Hay gente motivada en todo el mundo, pero las oportunidades no están repartidas del mismo modo. La tecnología puede hacer que aumenten las oportunidades de acceder al aprendizaje de forma colaborativa.

Ejemplos de aprendizaje colaborativo de igual a igual (peer-to-peer)

• Learning create of learning. Iniciativa del Media Lab del MIT. No es un curso en línea normal. El Media Lab es como el anfitrión de una fiesta. Propone y crea los espacios para el debate. Después son los participantes los que proponen temas nuevos y los que aportan los elementos para el desarrollo del curso. Participaron en él 25.000 personas y se crearon 450 grupos de trabajo. Los mismos alumnos eran los gestores de los grupos. Se crearon comunidades cocreadoras.
• Edcamps.No son conferencias ordinarias. Las califican como «no-conferencia» (unconference). En un marco en línea y fuera de línea, son los propios participantes en las conferencias los que proponen los debates y los que los llevan a cabo.

«El aprendizaje social abierto es el futuro.»