Construir una escuela para la generación de nativos digitales

¿Cómo pueden crearse entornos de aprendizaje motivadores? Los recientes intentos de reformar las escuelas finlandesas

Síntesi d'idees

Algunas consideraciones sobre la educación en Finlandia

• Es un sistema en el que los profesores, que están muy bien formados, son muy autónomos y tienen libertad para desarrollar la docencia como crean conveniente.
• Se trabajan los proyectos transversales y se incluyen varias asignaturas como deportes, artes, cocina, artesanía.
• No hay exámenes estandarizados hasta los 18 años.
• La educación obligatoria empieza con 7 años y en preescolar se trabaja el juego libre.
• Los alumnos trabajan mucho tiempo fuera de las aulas, pese al frío.

Señales de alerta

• En 2016 se hace un informe para adaptar el currículum a las habilidades del siglo xxi. La conclusión es que, aunque los resultados de la educación finlandesa son de los mejores en el ámbito mundial, algo no se está haciendo bien porque los estudiantes muestran un alto nivel de desafección hacia la escuela.
• Los estudiantes, a finales de la primaria, sienten un gran escepticismo hacia la escuela. Los chicos, mayoritariamente, se aburren. Las chicas son menos escépticas, pero se sienten «quemadas»; obtienen resultados muy buenos en materias científicas pero no quieren estudiar carreras de este ámbito. A los alumnos les falta implicación emocional y cognitiva; se sienten cansados, alienados y no ven el sentido de estudiar.

Qué está pasando

• La escuela no se ha adaptado al cambio que ha significado la revolución sociodigital. Está diseñada por personas que forman parte de la generación del baby boom, y no se adapta a como son las nuevas generaciones de nativos digitales, que no saben cómo funciona técnicamente un ordenador o un teléfono móvil pero han integrado su uso en el día a día.
• Las nuevas generaciones están adaptadas a la multitarea: leen en pantalla; se comunican por chats (el correo electrónico está obsoleto para ellos); son muy activos en las redes sociales y en los juegos electrónicos; dependen del móvil, y están constantemente en línea. Para ellos, estar en clase implica cambiar a «modo avión».
• Las competencias para el siglo xxi son diferentes de las que se enseñaban hasta ahora: hay que formar ciudadanos activos, creativos, que trabajen en grupo y que resuelvan problemas complejos. Tienen que aprender a aprender, tienen que lograr competencias comunicativas, diferentes alfabetizaciones y competencias TIC aplicadas al aprendizaje. También hay que fomentar el emprendimiento.

«Hace falta un cambio epistémico», según Kirsti Lonka

• Hay que integrar la revolución sociodigital en la escuela; usar los dispositivos que todo el mundo tiene (móviles, tabletas) en el aprendizaje. Llevamos una enciclopedia en el bolsillo. Por ejemplo: planteemos un tema, propongamos buscar la respuesta en Google y debatir colectivamente cuál es la respuesta más adecuada. Se ha de gestionar de forma diferente el aula.
• Hay que fomentar los entornos flexibles y atractivos, que fomenten el trabajo colaborativo, que integren el uso de la tecnología y que sean más divertidos.
• Los profesores tienen que aprender a decir «no lo sé». Un profesor confuso es refrescante. Hay que fomentar el aprendizaje transgeneracional.

Conclusiones

• La desafección escolar es un problema global.
• Hay una diferencia creciente entre la escuela y el mundo exterior.
• Los buenos resultados en PISA no quieren decir que no haya que introducir cambios.
• El principal problema es adaptar la formación del profesorado a la nueva realidad. No hay que enseñar tecnología, porque esta cambia muy rápidamente, sino cómo adaptarse a la tecnología.
• No se puede decir que la culpa de no introducir cambios es la falta de presupuesto. Hay que ser imaginativo para aplicar los recursos de que se dispone.

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