Fundació Jaume Bofill Universitat Oberta de Catalunya (UOC)

Pensando los retos del futuro de la educación en Cataluña

¿Cómo construimos una comunidad educativa implicada? ¿Cómo combatimos la desafección escolar?


Sobre el ponente

Valerie Hannon

02/07/14 - 18.30 h

Directora, servicios de consultoría en «Learning Futures» y «Learning Frontiers» (Global Education Leaders' Program).

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Síntesis de ideas

El problema de la desafección por la educación que sufren muchos alumnos preocupa en todo el mundo, tanto en países con buenos resultados académicos como en países con resultados más negativos. Es una señal de alerta de que algo no funciona en los sistemas educativos.

La desafección se entiende como la falta de implicación y compromiso de los alumnos en la educación. No es una cuestión que afecte solo a los alumnos con peores resultados. Un estudio canadiense llega a la conclusión de que la implicación de los alumnos es mayor en las primeras etapas educativas y mucho menor en la educación secundaria.

Hay que distinguir entre implicación en la escuela e implicación en la educación.

  • La implicación en la escuela se mide con cuestiones como la asistencia, la atención que se presta, el comportamiento o los resultados.
  • La implicación en la educación se mide con cuestiones como el entusiasmo y la energía para aprender o la toma de responsabilidad en la educación.

 

Un estudio de la Universidad de Bristol determinaba que para conseguir más implicación en la educación esta debe cumplir una serie de funciones:

  • El aprendizaje tiene que ir más allá de la escuela; debe alcanzar las actividades cotidianas.
  • Se debe querer compartir con los compañeros.
  • Debe basarse en experiencias memorables.
  • Tiene que ser relevante; debe conectar con la vida y no solo con el siguiente examen.

 

Hay ejemplos de que esta educación significativa que implica al alumno no se da:

  • En Finlandia un estudio sobre 15.000 alumnos de 13 a 15 años determinaba que un 30 % no se sentía implicado.
  • En Corea del Sur, con un alto índice de paro, hay muchos jóvenes que dejan los estudios porque opinan que la educación no tiene conexión con su futuro.
  • En una entrevista, el responsable de Recursos Humanos de Google afirmaba que un 40 % de los contratados no eran licenciados porque valoraba más el perfil que el candidato daba en las entrevistas.

 

La educación que se ofrece no siempre prepara para las necesidades de la vida en el siglo xxi. Ahora hacen falta aprendices apasionados que aprendan durante toda su vida. La tecnología pone al alcance de la gente muchas herramientas educativas que antes eran impensables. Esto no significa que no se necesiten las escuelas, pero sí que tienen que cambiar; no deben mejorar, sino que deben transformarse.

Para conseguir más implicación hace falta que los alumnos estén más motivados. Un estudio de la ONG Innovation Unit determinaba tres elementos que son básicos para motivar:

  • Compromiso. Los alumnos tienen que estar comprometidos en los cambios. Hay que darles voz para que opinen sobre la educación que quieren.
  • Liderazgo. Tienen que estar al frente en la dirección de los cambios
  • Implicación. Deben implicarse en el desarrollo de los procesos de cambio.

 

El estudio Learning Frontiers, elaborado en Australia, quiere conseguir crear aprendices con éxito que confíen en ellos mismos y ciudadanos activos. Por este motivo sus autores han analizado varios estudios y experiencias para encontrar la clave de la motivación y saber qué apasiona a los estudiantes. Los cuatro principios básicos a que han llegado son estos:

  • El aprendizaje debe significar co-crear, tanto por parte de los alumnos como de los profesores.
  • Debe ser un aprendizaje conectado con el entorno.
  • Debe ser un aprendizaje personal. Cada persona tiene unas necesidades y unas características que el aprendizaje debe respetar.
  • Tiene que ser integrador.

 

Un ejemplo de buenas prácticas en este sentido es la High Tech High de san Diego:

  • Exige una alta calidad de las prácticas de los estudiantes. La motivación y la emoción aumentan si los retos son grandes.
  • Hay integración de los estudiantes.
  • Profesorado y enseñanza son interdisciplinarios.
  • Los profesores son diseñadores de entornos de aprendizaje.

 

 


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