¿Es ilimitado el rendimiento educativo?

En este debate se muestra la experiencia en el ámbito de la evaluación y la valoración comparadas del rendimiento educativo a escala internacional en el marco del programa PISA llevado a cabo por la OCDE, el cual revela que hay diferencias importantes en la calidad, la equidad y la eficiencia de los sistemas educativos. Las comparaciones internacionales son cruciales a la hora de valorar el progreso en un mundo de cambios rápidos, porque el simple hecho de mejorar en un país determinado no es suficiente si el ritmo del cambio es más rápido en otra parte del mundo. El PISA es el programa de evaluación más completo que existe en términos de cobertura geográfica y económica, aunque las medias de actuación que se utilizan esconden una enorme variación y unos patrones de actuación complejos. Muchos de los países que han obtenido puntuaciones altas en el PISA proporcionan objetivos y estándares educativos claramente formulados, y al mismo tiempo se han convertido en menos normativos en términos de cómo los maestros tienen que traducir estos objetivos a la práctica. En este sentido, hay dos factores clave: la transferencia de la capacidad de tomar decisiones en las escuelas, lo cual las convierte en el principal motor para el desarrollo educativo, y una responsabilidad inteligente. Los países con sistemas menos estratificados tienden a conseguir no sólo una actuación global por encima de la media, sino también una mejora significativa en la explotación del potencial de rendimiento. Vemos que hay dos aspectos que van juntos en los países con mejores resultados en la comparación internacional del PISA: oportunidades de aprendizaje integradas y capacidad de los maestros de individualizar la educación. Las comparaciones internacionales muestran que combinar la calidad y la equidad es un objetivo que está al alcance y que puede conseguirse en un tiempo razonable.