Fundació Jaume Bofill Universitat Oberta de Catalunya (UOC)

Pensando los retos del futuro de la educación en Cataluña

La crisis de la cohesión social: escuela y trabajo en tiempos de incertidumbre


Sobre el ponente

Robert Castel

15/07/09 - 19.30 h

Sociólogo y director de estudios en la École des Hautes Études en Sciences Sociales (EHESS) de París

Audio (en francés)

¿Qué ha provocado la crisis actual?

La crisis que vivimos actualmente es un episodio dramático de un proceso más profundo de crisis que empezó a originarse a finales de los años setenta y que tiene tres ejes principales:

• El cambio de un capitalismo industrial a un capitalismo feroz y salvaje de cariz multinacional con gran dominio del mundo financiero.

• La entrada en crisis del sistema de protección social, que afecta tanto a las estructuras sociales como a la educación.

• El aumento de la importancia del individuo frente a la colectividad.

Antecedentes

• En los años sesenta, el capitalismo industrial había conseguido una situación de equilibrio entre los intereses del capital y del proletariado, que se resignó a un sometimiento salarial, pero que se benefició de cierta protección laboral: salario mínimo, derecho a la salud, a la prestación por desempleo, a la jubilación, a las indemnizaciones.

• Las condiciones laborales garantizaban la independencia económica y social del individuo. Los trabajadores conseguían ser individuos de pleno derecho en la sociedad.

• Predominaba el interés colectivo y las reivindicaciones también eran colectivas. Es la época de los convenios colectivos, sindicatos de masas, de muchos trabajadores en las mismas condiciones laborales.

• Los individuos tenían derecho a servicios públicos eficaces. El Estado velaba para que determinados servicios, considerados como prioritarios (como la educación), no quedaran en manos privadas. El Estado era el colectivo de colectivos que garantizaba los servicios y les daba valor de ley.

El final del capitalismo industrial en los años setenta

Se inicia una dinámica de descolectivización y reindividualización.

A. Cambios en las relaciones laborales

• Individualización del trabajo. Se pide al trabajador individual (no al colectivo): movilidad, adaptabilidad y flexibilidad.

• Carreras profesionales más precarias y menos reguladas. Aumentan los contratos temporales y el personal subcontratado. Se pasa de casi la plena ocupación al desempleo masivo. Los trabajadores tienen que convivir con cambios de trabajo continuos y con periodos de trabajo y de desempleo.

B. Cambios en el sistema de garantías sociales

• Desde hace treinta años se repite que el derecho laboral es un obstáculo al desarrollo libre de las empresas, y las leyes tienden a desregular la protección social.

• El nuevo sistema no garantiza el trabajo para todo el mundo y, por lo tanto, no se pueden tampoco garantizar los sistemas de protección social (financiados por los salarios y por las empresas).

• Las formas de trabajo en precario (contratas temporales, economía sumergida) no dan derecho al mismo nivel de protección social que el trabajo estable.

• Los trabajadores en precario acaban siendo medio trabajadores medio marginados, porque los recursos que obtienen del trabajo y de la protección social no son suficientes para que puedan desarrollar una vida como individuos de pleno derecho.

Ejemplo francés: Se está viviendo un proceso de mercantilización de las ayudas sociales. Es el caso del contrato asistido y de las rentas de solidaridad activa. Se promueve que la gente se reinserte en el trabajo unas horas a la semana o unos pocos meses el año con el fin de obtener ayudas sociales. Para obtener compensación económica hace falta una contrapartida. «Es una exigencia demasiado elevada para gente que no la puede asumir».

C. Cambio en el individuo

• Creciente degradación del individuo debido a la precarización laboral y social. El individuo moderno se apoya sobre la propiedad. Si el individuo no tiene bastantes recursos, vuelve a suceder lo mismo que en la época de la Revolución Industrial: el proletario no era considerado un individuo, sino un bárbaro. El proletario sin recursos no podía ser libre y responsable.

• Los parados de larga duración o los jóvenes que no encuentran trabajo son individuos más frágiles de los que tienen medios para autorrealizarse.

• Se produce una confrontación: por una parte, se enaltece el individualismo (la iniciativa individual, librarse de los límites estatales); por la otra, no se dan las oportunidades para que todo el mundo viva como un individuo libre.

Conclusión

El detonante de la crisis actual ha sido la crisis financiera, pero, en realidad, hay una crisis del sistema. Esta crisis no hubiera ocurrido si no existiera también crisis en la organización del trabajo y en la protección social.

Cómo afecta la crisis del sistema a la educación

• La crisis afecta a todos los ámbitos sociales, como la escuela o la familia. Se puede entender la crisis en el sistema educativo como una parte de la crisis general. La crisis de la escuela se produce por las situaciones de precariedad y de marginación de determinadas categorías de la población.

• En el caso francés, la escuela de antes de la crisis tenía un papel homogeneizador (con respecto a los conocimientos y a las oportunidades de desarrollo) y era un elemento relevante de socialización.

• La escuela moderna tiene dificultades para ser homogeneizadora. El alto índice de fracaso escolar o de abandono entre determinados grupos sociales así lo demuestra. El ideal de ofrecer a todos las mismas oportunidades para conseguir el éxito no funciona en situaciones sociales precarias.

• En Francia se está apostando por la discriminación positiva para que los colectivos con más dificultades de éxito consigan mejores resultados. Pero es una iniciativa controvertida y que se topa con la oposición de los que continúan defendiendo que la escuela sea homogénea.


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